La ventana de mis ojos

Espacio de una memoria desajustada.


29 abril, 2013

Paisaje de hoy





















El poeta le cuenta su vida primero a los hombres;
después, cuando los hombres se duermen, a los pájaros;
más tarde, cuando los pájaros se van, se la cuenta
a los árboles…
Luego pasa el Viento y hay un murmullo de frondas.
Y esto me ha dicho el Viento:
que el pavo real levante la cola y extienda su abanico,
el poeta debe moverse sólo las plumas de sus alas.
Todo lo cual se puede traducir también de esta manera:
lo que cuento a los hombres está lleno de orgullo;
lo que cuento a los pájaros, de música;
lo que cuento a los árboles, de llanto.
Y todo es una canción compuesta para el Viento,
de la cual, después, este desmemoriado y único espectador
apenas podrá recordar unas palabras.
Pero estas palabras que recuerde son las que no
olvidan nunca las piedras.

León Felipe 





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