La ventana de mis ojos

Espacio de una memoria desajustada.


19 febrero, 2014

Observando la vitalidad de lo existente.




Vacíate de todo.
Deja que la mente descanse en paz.
Las diez mil cosas se elevan y caen, mientras uno mismo observa
el regreso.
Crecen y florecen y luego regresan a la fuente.
Regresar a la fuente es la quietud, que es el modo de la
naturaleza.
El modo de la naturaleza es incambiable.
Conocer con constancia es discernimiento.
No conocer con constancia lleva al desastre.
Con una mente abierta tendrás un corazón abierto.
Tener el corazón abierto es actuar regiamente.
Ser regio es llegar a lo divino.
Ser divino es ser uno con el Tao.
Ser uno con el Tao es ser eterno y
-aunque el cuerpo muera- el Tao nunca morirá.


Sé humilde y te distinguirás.
Cúrvate y estarás pleno.
Desgástate y serás renovado.
Posee poco y obtendrás beneficios.
Posee mucho y quedarás confuso.
Por lo cual, el hombre sabio abraza el Uno
y establece un ejemplo para todo.
No haciendo ostentación,
brilla públicamente.
Sin justificarse ellos mismos,
son distinguidos. Sin ensalzarse,
son reconocidos. Sin jactarse,
nunca vacilan. Jamás pelean.
Entonces, nadie pelea con ellos.
Por lo tanto, los ancianos dicen: “ Sé humilde y sobresaldrás”.
Es esto un vano decir?
Sé realmente íntegro y todas las cosas vendrán hacia ti.












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