La ventana de mis ojos

Espacio de una memoria desajustada.


04 julio, 2012

Tómese el ejemplo siguiente:





"La historia es un juego cuyas reglas se han extraviado. 

Filósofos, anropólogos, sociólogos y políticos las buscan, 

cada cual por su lado, de acuerdo a sus intereses o a su 

temperamento. (...) Lo terrible sería que después de tantas 

búsquedas se llegue a la conclusión de que la historia es un 

juego sin reglas o, lo que sería peor, un juego cuyas reglas 

se inventan a medida que se juega y que al final son 

impuestas por el vencedor."



"La locura en muchos casos no consiste en carecer de razón, 

sino en querer llevar la razón que uno tiene hasta sus 

últimas consecuencias. (...) Lo que diferencia este tipo de 

locura de la cordura no es tanto el carácter irracional de la 

idea incriminada, sino el que ésta contenga en sí su propia 

imposibilidad. Los locos de esta naturaleza lo son porque 

han aislado completamente su preocupación del contexto 

que los rodea y no tienen en cuenta así todos los elementos 

de una situación o, como se dice, todos los imponderables 

de un problema. De allí que esta forma de locura tenga 

tantas similitudes con la genialidad. Los genios son estos 

locos más una cualidad: la de encontrar la solución de un 

problema saltando por encima de las dificultades 

intermediarias.



Julio Ramón Ribeyro   (Prosa apartida)





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